Los elefantes se convirtieron, en un preciado botín de guerra o en un regalo que Alejandro recibía con agrado de los diferentes monarcas indios que se le sometían en su imparable avance militar. Los expedicionarios también vieron el ingenioso método de los indios para cazar a los elefantes: cavaban fosas y atraían a ellas a los machos mediante hembras en celo, y luego dejaban que se debilitaran por el hambre hasta domesticarlos.

Cuando Alejandro Magno y los macedonios llegaron a la india quedaron impresionados al ver a los elefantes, sobre todo por su empleo como arma de guerra.
Ya pasado un tiempo los griegos habían enfrentado a unos pocos de los colosales animales en Gaugamela contra los persas, sin embargo el rey indio Poros, alineó ochenta y cinco bestias que aparecían como auténticas fortalezas o torres en la batalla de Hidaspes.
El ejército del macedonio era mucho más numeroso, pero la presencia de los elefantes amenazaba con volver inútil la caballería griega debido al miedo que causaban los paquidermos a sus monturas.
En medio de un caos entre sus propias filas el rey Poros fue derrotado pues sus animales aplastaban indiscriminadamente tanto a amigos como a enemigos, aumentando la confusión y facilitando el avance de la poderosa falange griega que les pisaba los talones.
Mas tarde los elefantes se convirtieron, además, en un preciado botín de guerra o en un regalo que Alejandro recibía con agrado de los diferentes monarcas indios que se le sometían en su imparable avance militar.
FIN
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