Isabel I de Inglaterra, apodada la Reina Virgen, Gloriana o la Buena Reina Bess, fue la reina de Inglaterra e Irlanda desde su ascenso al trono, el 17 de noviembre de 1558, hasta su fallecimiento, en 1603. Su reinado, de más de cuatro décadas, fue conocido como la era isabelina.




A la partida de Monsieur
(Elizabeth I de Inglaterra)


Este poema medieval fue escrito por la pluma de la Reina Elizabeth I, poetisa que fue regente de Inglaterra y que llenó de letras hermosas la época medieval. Se cree que estos versos fueron inspirados por un noble cuyo amor era considerado imposible para la Reina. Acá se puede observar la dicotomía que el amor puede presentar desde tiempos remotos.

Elizabeth I de Inglaterra(1533-1603) era considerada una verdadera erudita para su tiempo,siempre quería aprender más y más.

Ella habitualmente estudiaba dos o tres horas diarias, y era muy buena leyendo los Clásicos, así como tenía un gran conocimiento de la historia.

Sus aptitud para los idiomas significaba que ella podía leer libros en latín o en francés, y especialmente cuando se hizo mayor, le encantaba traducir textos clásicos al inglés. A la vez también adoraba escribir poesía (hoy en día aún se conservan sus escritos).

A continuación este poema escrito alrededor de 1569, vemos a una Elizabeth que analiza la contradicción del amor en sus diversos aspectos, reflexionando sobre las emociones que invadían su corazón. Algunos críticos afirmar que este poema iba dirigido a François, el arrogante Duque de Anjou.

Según dicen, tan bella inspiración provenía de las malogradas negociaciones de matrimonio que matuvo con el Duque.

Esto puede tratarse de una mera anecdota para ocultar a quién realmente iba dirigido este poema: A Robert Dudley, primer conde de Leicester, y el gran amor de la «reina virgen».


A la partida de Monsieur


Sufro sin enseñar mi descontento,
Y amo, aunque deba aparentar odio.
No me atrevo a expresar mis sentimientos,
Parezco muda, aunque por dentro hablo.
Soy y no soy, en llamas me congelo,
Pues he dejado de ser yo, no soy más mía.

Este dolor es como mi sombra,
Me sigue al vuelo y vuela si la sigo,
Me acompaña y hace lo que hago,
Y me aflige su pena, que comparto.
No hay manera de alejarla de mi pecho
Hasta que el fin de las cosas la destierre.

Insúflame una pasión más tierna
Pues blanda soy, nieve derretida,
O sé cruel amor, y así sé amable;
Deja que flote o permite que me hunda.
Hazme vivir con un dulce deleite,
O déjame morir para que olvide que he amado.


El Candelabro. Iluminando Mentes