Clarice Lispector, una de las figuras más influyentes del modernismo brasileño y miembro destacado de la generación del 45, dejó una profunda huella en la literatura del siglo XX. Nacida en Ucrania en 1920, su vida estuvo marcada por la inmigración y el constante cambio, elementos que se reflejaron en su obra. A lo largo de su trayectoria, Lispector exploró la complejidad de la existencia humana a través de sus novelas y cuentos, construyendo un legado literario que sigue cautivando a lectores de todo el mundo. Su estilo único, su habilidad para plasmar sensaciones y su contribución al periodismo también resaltan su importancia en el panorama cultural.



Clarice Lispector: Su Impacto en la Literatura y Periodismo Brasileño.


Es considerada una de las escritoras más importantes del siglo XX, perteneció a la tercera face del modernismo, de la generación brasileña del 45.

Nació el 10 de diciembre de 1920, bajo el nombre Chaya Pinjasivna Lispector, en Chechelnik, Ucrania. Fue la tercera hija de Pinjas y Mania Lispector. En 1921, la familia salió del país, hacia la actual Moldavia y más tarde a Rumania. En Bucarest, en 1922, consiguieron pasaportes rusos y el permiso para viajar a Brasil, por lo que así lograron emigrar a Maceió (Alagoas, Brasil), en donde ya se encontraban la hermana de Mania y el esposo de ella. Al llegar a Brasil, todos tomaron nombres portugueses: Pinjas se convirtió en Pedro, Mania en Marieta, y Chaya recibió el nombre de Clarice. Cuando tenía tan solo cinco años, sus padres se mudaron a Recife, Pernambuco. A la edad de diez años, su madre falleció.

Eligiendo el portugués, empezó a escribir a temprana edad. Envió varios cuentos al Diario de Pernambuco, el cual rechazó sus publicaciones en una sección de contribuciones infantiles debido a que, mientras que las historias de los demás niños poseían algún tipo de narrativa, los textos de Clarice no describían más que sensaciones. Una de las primeras influencias literarias que tuvo provino del escritor Monteiro Lobato. Sobre el libro Las travesuras de Naricita —de Lobato—, Clarice escribió:

Al llegar a casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí algunas líneas maravillosas, lo cerré de nuevo, me fui a pasear por la casa, lo postergué aún más yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad.

A la edad de catorce años, se mudó a Río de Janeiro con su padre y una de sus dos hermanas. Allí, muy joven, empezó a leer libros de autores nacionales y extranjeros de mayor relevancia, como Machado de Assis, Rachel de Queiroz, Eça de Queiroz, Jorge Amado y Fiódor Dostoievski. Ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Río de Janeiro (entonces denominada Universidad de Brasil) en 1939 a la vez que escribía pequeñas contribuciones para periódicos y revistas de la época. A los veintiún años logró publicar Cerca del corazón salvaje, obra que había escrito a los diecinueve años y por la que recibió el premio Graça Aranha a la mejor novela publicada en 1943.

Siendo estudiante, conoció a su futuro esposo, el diplomático Maury Gurgel Valente, a quien acompañaría a menudo de país en país, hasta su separación en 1959. Las mudanzas constantes fueron uno de las características de la vida de Clarice, quien siguió en matrimonio a su esposo, dejando atrás a su familia y amigos.

En su primer viaje a Europa —a Nápoles—, en 1944 —en plena Segunda Guerra Mundial—, confesó: «En realidad no sé escribir cartas de viajes; en realidad ni siquiera sé viajar». Durante el conflicto, prestó auxilio en hospitales a soldados brasileños heridos,[8]​ fue voluntaria con el cuerpo de enfermeras de la Fuerza Expedicionaria Brasileña.

Durante un periodo de cinco años, Clarice se trasladó varias veces, de Inglaterra a París y a Berna, donde tuvo su primer hijo, Paulo. Durante esos años, extrañando Brasil, intercambió cartas casi a diario con el escritor y amigo suyo, Fernando Sabino. En 1946 publicó su segunda novela, O lustre.

Estatua de Lispector en Pernambuco (Brasil).
De regreso a Río de Janeiro, en 1949, Lispector retomó su actividad periodística; firmaba bajo el seudónimo «Tereza Quadros» en una columna en un periódico local. En septiembre de 1952 volvió a dejar Brasil, desplazándose con su esposo a Washington, DC. En febrero de 1952 dio a luz a su segundo hijo: Pedro. En 1954 publicó la primera traducción de un libro suyo: Cerca del corazón salvaje, en francés, con portada de Henri Matisse. En la capital estadounidense vivió ocho años, en los cuales desarrolló una gran amistad con el escritor brasileño Érico Veríssimo y su esposa Mafalda. Desde allí logró publicar cuentos en revistas brasileñas y mantuvo una gran actividad epistolar con el escritor Otto Lara Resende.

En 1959 se separó de su esposo para regresar a Río de Janeiro, en donde retomó de nuevo la actividad periodística; escribió artículos en los medios para conseguir el dinero necesario para independizarse. Un año después publicó su primer libro de cuentos, Lazos de familia, con relativo éxito; al año siguiente publicó la novela La manzana en la oscuridad, la cual sería convertida en una obra de teatro. En 1963 publicó la que es considerada su obra maestra: La pasión según G. H., la cual escribió en tan solo unos meses.

En una madrugada de 1966, la escritora se durmió con un cigarrillo encendido, lo que provocó un incendio el cual destruyó su dormitorio y le provocó quemaduras.[12]​ Con quemaduras en gran parte del cuerpo, pasó meses en el hospital. Su mano derecha, muy afectada, casi tuvo que ser amputada por los médicos y jamás recuperaría su movilidad.[13]​ El incidente repercutió en su estado de ánimo, y las cicatrices y marcas en su cuerpo le causaron frecuentes depresiones.

Debido a su dominio de portugués, inglés, francés y castellano, con fluidez; de hebreo y yiddish, con cierta fluidez; y de nociones de ruso realizó numerosas traducciones. Quedó registro de que la primera y única traducción de castellano, fue el cuento Historia de los dos que soñaron, de Jorge Luis Borges, en el Jornal do Brasil.

Entre el final de los años sesenta y principios de los setenta, publicó libros infantiles, traducciones y adaptaciones de obras extranjeras, obteniendo gran reconocimiento, por lo que impartió charlas y conferencias en distintas universidades de todo Brasil.

Meses después de la publicación de su última novela, La hora de la estrella, falleció víctima de un cáncer, a los 56 años en Río de Janeiro; el 9 de diciembre de 1977.


EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES