¿Qué tienen en común un mago, un caballero y un futbolista? La respuesta es Sir Stanley Matthews, el primer ganador del Balón de Oro y uno de los mejores jugadores de la historia. Su vida fue una aventura llena de goles, regates, títulos y solidaridad. En este ensayo, te contaremos cómo este hombre extraordinario cambió el fútbol con su talento y su compromiso social.



Sir Stanley Matthews: el mago del regate y el caballero del fútbol


Sir Stanley Matthews fue un futbolista inglés que jugó profesionalmente hasta los cincuenta años, siendo el jugador con la carrera más larga de la historia de Inglaterra. Fue también el primer futbolista en recibir el título de Sir cuando estaba en activo, debido a su contribución al desarrollo del deporte en su país y en el mundo. Le apodaron «El mago del regate» por su gran habilidad por la banda derecha y su capacidad para encarar y driblar a los adversarios. Además, fue un ejemplo de juego limpio y de compromiso social, ya que nunca fue expulsado ni amonestado en ninguno de los 710 partidos oficiales que disputó, y dedicó parte de su vida a ayudar a los niños africanos a través del fútbol.


Infancia y juventud

Stanley Matthews nació y se crió en un bloque residencial de Hanley, uno de los seis pueblos que forman parte de Stoke-on-Trent (Staffordshire, Inglaterra). Fue el tercero de cuatro hijos del boxeador local Jack Matthews, también conocido como «El barbero luchador de Hanley» por su profesión, y éste le inculcó la pasión por el deporte. Desde pequeño Stanley realizaba tablas diarias de gimnasia antes de ir al colegio, donde fue descrito «un alumno modélico en muchos aspectos».

A los 14 años dejó la escuela para trabajar como aprendiz en una fábrica de cerámica, pero su sueño era ser futbolista. Por eso se apuntó al equipo juvenil del Stoke City F.C., el club de su ciudad, donde pronto destacó por su talento y su velocidad. A los 17 años debutó con el primer equipo en la segunda división inglesa, y al año siguiente ascendió a la primera. Así comenzó una larga relación con el Stoke City, que duraría hasta 1947, con una interrupción durante la Segunda Guerra Mundial, cuando sirvió en la Royal Air Force y jugó partidos benéficos para las tropas aliadas.


Éxito y reconocimiento

En 1947, Matthews fue traspasado al Blackpool F.C., otro equipo de la primera división inglesa, por una cifra récord en aquel entonces: 11.500 libras esterlinas. Allí formó una gran dupla con el delantero Stan Mortensen, y juntos llevaron al Blackpool a disputar tres finales de la FA Cup (la copa nacional inglesa), en 1948, 1951 y 1953. La última fue la más memorable, ya que Matthews protagonizó una remontada histórica: el Blackpool iba perdiendo 3-1 contra el Bolton Wanderers a falta de 22 minutos para el final, pero Matthews asistió a Mortensen para que marcara dos goles y luego dio el pase decisivo a Bill Perry para que anotara el gol del triunfo en el último minuto. Aquel partido se conoce como «La final de Matthews», y fue el único título importante que ganó en su carrera.

En 1956, Matthews recibió el primer Balón de Oro de la historia, el premio al mejor futbolista europeo del año, creado por la revista francesa France Football. Tenía entonces 41 años, lo que le convierte también en el jugador más veterano en recibir este galardón. Ese mismo año fue nombrado Comandante del Imperio Británico por la reina Isabel II, y en 1965 recibió el título de Sir, siendo el primer futbolista en obtenerlo mientras estaba en activo.


Regreso al Stoke City y retirada

En 1961, a los 46 años, Matthews regresó al Stoke City, donde fue recibido como un héroe por los aficionados. Su presencia revitalizó al equipo, que estaba en la segunda división, y logró el ascenso a la primera en 1963. Matthews siguió jugando al más alto nivel hasta los 50 años, siendo el jugador más longevo de la historia de la liga inglesa. Su último partido oficial fue el 6 de febrero de 1965, ante el Fulham F.C., y fue ovacionado por los 30.000 espectadores que llenaron el estadio. En total, Matthews jugó 710 partidos de liga y marcó 80 goles, además de 54 partidos con la selección inglesa, con la que anotó 11 goles y participó en los mundiales de 1950 y 1954.

Tras retirarse como jugador, Matthews fue entrenador del Port Vale F.C., un modesto equipo de su ciudad, entre 1965 y 1968, pero no tuvo mucho éxito. Después se dedicó a viajar por el mundo para promover el fútbol, especialmente en África, donde entrenó a pequeños equipos locales y ofreció a los niños de las zonas más desfavorecidas momentos de diversión y esperanza. Fue llamado «El hombre negro de cara blanca» por los africanos, que lo consideraban uno de ellos. En 1975, mientras el apartheid gobernaba Sudáfrica, financió y dirigió un club formado únicamente por futbolistas negros, el Stan’s Men, y lo llevó de gira por Sudamérica, donde se enfrentó a los más prestigiosos equipos brasileños. Con esta iniciativa, Matthews desafió el racismo imperante en aquellos años y envió un mensaje de igualdad y solidaridad que trascendió el campo de juego.


Legado y fallecimiento

Sir Stanley Matthews es considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y un referente del deporte británico y mundial. Su estilo de juego veloz, técnico y elegante influyó en generaciones posteriores de jugadores, como Pelé, George Best o Diego Maradona, que lo admiraban y lo elogiaban. Su ejemplo de juego limpio y de compromiso social lo convirtieron en un modelo a seguir para muchos aficionados y para la sociedad en general. Su contribución al fútbol fue reconocida con numerosos premios y distinciones, como la Medalla de Oro al Mérito de la FIFA en 1992.

Sir Stanley Matthews falleció el 23 de febrero de 2000, a los 85 años, en su ciudad natal de Stoke-on-Trent. Su funeral fue seguido por miles de personas que le rindieron un emotivo homenaje. Sus cenizas fueron enterradas bajo el césped del estadio del Stoke City, el Britannia Stadium, donde hay una estatua en su honor. Su nombre sigue vivo en la memoria colectiva como el de un hombre, un atleta y un campeón increíble.


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