En un mundo donde la información fluye como un río caudaloso y constante, se levanta una pregunta inquietante: ¿Quién controla el flujo de las palabras que moldean nuestra percepción de la realidad? La era digital, con su promesa de acceso ilimitado al conocimiento, esconde una paradoja oscura. Detrás de cada pantalla, cada artículo, cada tweet, hay manos invisibles que tejen una tela de narrativas, filtrando y coloreando lo que llega a la luz del día. Este tema, explorado con agudeza por el laureado José Saramago, nos sumerge en el laberinto del control de la información, un terreno donde la libertad de expresión choca con los muros invisibles de la censura y la manipulación. A medida que navegamos por este paisaje complejo y a menudo contradictorio, nos enfrentamos a la tarea de descifrar no solo lo que se nos dice, sino también lo que se nos oculta, en busca de una verdad que se esconde entre líneas.



«Entre Líneas: Censura y Libertad en el Paisaje Mediático Contemporáneo»


«Hay un problema en el mundo que es el problema de la información, que nos están controlando la información. Hoy, las palabras más constructivas, las más limpias que se pueden pronunciar, puede que no lleguen a ninguna parte, porque los medios se encargan de hacer que no lleguen».

José Saramago



José Saramago, con su aguda percepción, aborda un tema crucial y cada vez más pertinente: el control de la información en la era digital. La frase enfatiza cómo las plataformas de medios y los conglomerados de información pueden manipular y filtrar lo que llega al público, a menudo con fines propios. La preocupación esencial es la censura implícita y explícita, donde incluso las palabras más constructivas y beneficiosas pueden ser suprimidas o ignoradas.

El control de la información no es solo una cuestión de censura gubernamental, sino también una preocupación en el ámbito privado. Las corporaciones de medios, los algoritmos de las redes sociales y las plataformas en línea tienen un poder significativo para moldear el discurso público. Esta influencia puede ser sutil, como en la promoción de ciertas noticias sobre otras, o más directa, como en la eliminación o la desmonetización de contenido considerado no deseable.

La implicación más profunda es cómo este control afecta la democracia y la libertad de expresión. Cuando ciertas voces o ideas son suprimidas, el tejido de la sociedad puede verse afectado, limitando la diversidad de perspectivas y el debate saludable. Esto es particularmente preocupante en un mundo donde las redes sociales se han convertido en una herramienta primordial para la diseminación de información.

Además, esta frase de Saramago resalta la responsabilidad de los consumidores de información. En un mundo donde la información es abundante y a menudo no regulada, es crucial desarrollar un pensamiento crítico y una evaluación cuidadosa de las fuentes. El discernimiento se convierte en una herramienta esencial para navegar en un mar de información controlada y a veces sesgada.

En resumen, la advertencia de Saramago es un recordatorio vital de la importancia de la vigilancia y la responsabilidad tanto en la producción como en el consumo de información. Destaca la necesidad de un equilibrio entre la libertad de expresión y la responsabilidad editorial, y nos insta a ser conscientes de las fuerzas que moldean lo que vemos, leemos y creemos.


El CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES