En las sombrías calles de la era victoriana, donde la moralidad y la apariencia pública tejían un rígido telón de fondo social, se escondía una historia de amor tan apasionada como prohibida. Charles Dickens, el titán de las letras inglesas, conocido por sus agudas críticas sociales y su inigualable narrativa, ocultaba tras su fachada de respetabilidad un secreto que desafiaría las convenciones de su tiempo: su romance clandestino con la joven actriz Ellen Ternan. Un amor que, lejos de las páginas de sus célebres novelas, compondría una de las más intrigantes y menos conocidas páginas de su vida, revelando una complejidad emocional y un drama personal que rivalizarían con cualquier obra de ficción.


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«Más Allá de la Pluma: El Vínculo Prohibido de Dickens con Ellen Ternan»


El amor secreto entre Charles Dickens y Ellen Ternan es uno de los capítulos más fascinantes y menos conocidos de la vida del célebre autor. Esta relación clandestina, que duró más de una década, revela no solo la complejidad emocional y personal de Dickens, sino también las convenciones sociales y las limitaciones impuestas a las mujeres en el siglo XIX.

La historia de amor entre Dickens y Ternan comenzó en 1857, un encuentro marcado por la diferencia de edad y el estatus social. Dickens, ya un escritor consolidado y respetado, estaba casado y era padre de diez hijos. Ellen Ternan, por otro lado, era una joven actriz de 19 años con aspiraciones profesionales, proveniente de una familia de actores. La elección de Ellen y su familia para actuar en «The Frozen Deep», una obra coescrita por Dickens, fue el inicio de un romance que desafiaría las normas de la época.

La separación de Dickens de su esposa, Catherine Hogarth, en 1858, fue un escándalo público que reveló las tensiones y descontentos dentro de su matrimonio. Dickens acusó a Catherine de ser una mala madre y esposa, lo que culminó en una separación donde Catherine fue prácticamente excluida de la vida de sus hijos, excepto el menor. A pesar de la separación, Dickens nunca se divorció de Catherine, lo que subraya la importancia de la imagen pública y el estatus social en su vida.

La relación con Ellen Ternan obligó a ambos a vivir una doble vida, llena de secretos y encuentros clandestinos. Dickens procuró mantener a Ellen alejada de los escenarios y la vida pública para proteger su reputación y la de ella, proporcionándole una existencia cómoda pero aislada. Utilizaron nombres falsos en su correspondencia y durante sus viajes para evitar el escrutinio público y las sospechas sobre la naturaleza de su relación.

La presunta maternidad de Ellen y su pérdida en el accidente de tren de 1865 añaden una capa de tragedia personal a su historia de amor. Aunque no hay certeza sobre la existencia de un hijo entre ellos, este episodio refleja la profundidad de su relación y los riesgos que estaban dispuestos a asumir.

Dickens integró a Ellen, de manera velada, en su obra literaria, dedicándole libros y posiblemente inspirándose en ella para algunos personajes. Este gesto subraya la importancia de Ellen en la vida y la imaginación de Dickens, incluso mientras mantenía su relación en el ámbito privado.

Tras la muerte de Dickens en 1870, Ellen continuó su vida bajo una nueva identidad, casándose y convirtiéndose en Nelly Robinson. La discreción con la que manejó su pasado con Dickens hasta su muerte evidencia la complejidad de su situación y el deseo de proteger su privacidad y la de Dickens.

El amor secreto de Charles Dickens y Ellen Ternan es un testimonio de las tensiones entre el deseo personal y las expectativas sociales, así como de la capacidad del amor para desafiar las convenciones de su tiempo. La historia, que emergió plenamente solo después de investigaciones posteriores, ofrece una mirada íntima a la vida de uno de los escritores más admirados, revelando la humanidad, las contradicciones y las complejidades detrás de su genio literario.


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